Lanza tu empresa sin morir en el intento. Soft launch de negocios.
¿Te gustaría llevar a cabo un emprendimiento, montar tu propia empresa, pero tienes miedo de fracasar?.
¿Te gustaría tener alguna garantía de que tu idea de negocio va a tener éxito comercial?.
Si la respuesta es si, no te pierdas el podcast de hoy:
Soft launch de proyectos empresariales. ¡Empezamos!
Seguro que muchos de los que escucháis este podcast estáis pensando en comenzar un negocio, en constituir una empresa y comenzar a desempeñar vuestro trabajo por cuenta propia.
Algunos incluso ya tendréis en mente el qué hacer y el cómo…voy a abrir una academia de música en mi ciudad o voy a montar una tienda de ropa con las marcas que a mi me gustan y que son difíciles de encontrar en mi ciudad, o por qué no, voy a crear una marca de motocicletas…
Todos estas empresas, todos estos emprendimientos, requieren de inversiones que si bien pueden ser pequeñas para algunas personas, para otras constituyen en el mejor de los casos echar mano de sus ahorros y en el peor de los casos, tener que pedir un crédito para afrontar la inversión.
Y es duro ver cómo algunos de estos espíritus emprendedores se queman por acometer inversiones que estaban por encima de sus posibilidades y que no han salido bien.
Es muy fácil que una salida al mercado no sea exitosa, es más, las estadísticas nos dicen que lo más probable es que la salida al mercado, el emprendimiento sea fallido, por lo tanto, debemos de tener esto en cuenta y tomar las medidas adecuadas para evitar que ese fallo, o mejor dicho, que esa corrección necesaria que vamos a tener que dar a nuestro emprendimiento, no se lleve ni nuestros recursos ni nuestro espíritu emprendedor por delante.
Desde hace algún tiempo, existe literatura diversa que nos enseña cómo realizar este proceso para reducir al máximo el riesgo económico y el consumo de energía emprendedora.
Lo podemos llamar prototipo, lo podemos llamar producto mínimo viable, lo podemos llamar test de mercado, da igual la denominación que escojamos, todos y cada uno de los términos anteriores hacen referencia a que antes de embarcarnos en una inversión costosa y difícil de reconducir si fracasa, hagamos una prueba de mercado para darnos cuenta de todas las cuestiones en las que no hemos pensado cuando construíamos nuestra idea, de todas las dificultades con las que nos vamos a encontrar y de todos los supuestos que hemos dado por validados en nuestra mente y en nuestra imaginación al pensar en cómo se va a comportar el consumidor ante nuestros productos o servicios o simplemente, como hablábamos en el podcast de la semana pasada, que podamos descubrir los ritmos de adopción o de compra que tiene el público al que nos dirigimos,cuales son esos plazos de compray si podemos lograr acelerarlos.
Es humano, que cuando estamos ilusionados con algo, solo le veamos los puntos positivos y que pasemos por alto todas las cuestiones negativas que alguien que no se encuentra ilusionado como nosotros, le podría encontrar a nuestro planteamiento de negocio.
Tampoco se trata de dejar entrar a los cenizos y pájaros de mal agüero a dar consejos o mejor dicho a tratar de desanimarnos en nuestro empeño… si todos los emprendedores de la historia se dejasen contaminar por estas vecindades, hoy en día ni siquiera se hubiese descubierto América…
Así que nuestra mejor vacuna contra el amor ciego va a ser una prueba del concepto en el mercado que nos puede dejar ver lo bueno y lo malo que tenemos entre manos, nos desarrollará nuevas ideas que ni se nos habían ocurrido antes de comenzar a probar y nos harán desistir en otras.
Lo más cabal hoy en día es emprender con un lanzamiento suave, hacer un soft launch que nos valide aquellos supuestos de nuestra idea de negocio que el mercado acepte o que nos haga corregir aquellos supuestos que no funcionen tal y como creíamos, que nos haga eliminar elementos que el mercado no valora en nuestra oferta e introducir otros que los clientes no se sientan reacios a comprarnos.
Sé que es difícil ponerse a trabajar en hacer esta primera versión del negocio o de la empresa que queremos montar, porque como emprendedores tenemos el deseo de ver creado nuestro sueño de una forma completa.
Incluso me ha pasado que al asesorar a algún emprendedor y plantearle este primer paso, lo han descartado con múltiples excusas para seguir con su camino de lanzarse a por el proyecto completo desde el primer día.
Realmente, no hay excusa posible para no hacer este primer paso y desde el punto de vista racional es lo más inteligente que podemos hacer y lo que más ayudará a que logremos el éxito en nuestra futura empresa.
Y os aseguro que es realmente muy difícil encontrar un negocio donde no se pueda aplicar un primer escalón de prueba o un producto mínimo viable o un prototipo de testeo del mercado.
Y digo que es difícil encontrar un negocio en el que esto no sea posible, porque esta es la primera y la más recurrida de las excusas… mi empresa es que es diferente, no se puede hacer una prueba si no están todas las piezas en funcionamiento…
Está claro que si vas a fabricar motocicletas, vas a necesitar una fábrica, pero… ¿necesitas construir la fábrica para producir la primera motocicleta o las primeras 10 unidades? y así probar cómo las ve el público, si te cuesta o no te cuesta que las acepten los distribuidores, etc, etc
Uno de los casos más llamativos y famosos en esta concepción de los modelos de negocio paulatinos es el caso de Zappos, que muchos de vosotros conoceréis, pero que para aquellos que no lo conozcan lo resumo rápidamente.
A finales de los 90, Nick Swinmurn, el creador de Zappos.com, se dio cuenta de que todavía no había una tienda online de zapatos que tuviese un amplio surtido de modelos y que ofreciese una buena experiencia de compra.
Pensó que montarla sería una buena idea, sin embargo, esto era solo una suposición y para llevarla a cabo necesitaba invertir una gran cantidad de dinero en producto y en almacenes para ese producto además por supuesto de crear la web y pagar la publicidad.
Nick Swinmurn decidió hacer eso que mucho ven como imposible en sus ideas de negocio y buscó la forma de lanzar Zappos.com sin arriesgarse a fracasar con cientos de zapatos almacenados en un local. Lo que hizo fue ir a las zapaterías de su ciudad y pedirles permiso para fotografiar sus zapatos con el compromiso de que si los vendía en su web, iría a comprarlos al precio que ellos ofrecían el producto.
Evidentemente el modelo de negocio que creó Nick Swinmurn era un modelo de negocio deficitario, porque con cada operación no es que no ganase, es que incluso perdería dinero en ocasiones. Sin embargo, este coste era un coste muy pequeño comparado con el beneficio de poder validar sin riesgo que había demanda para su negocio y que era capaz de venderle.
¿No te parece genial?. Gracias a esta filosofía de trabajo logró tener en poco tiempo la mayor zapatería online, que diez años después Amazon se la compró por cerca de 1.000 millones de dólares.
¿Qué nos impide al resto de los emprendedores tomar el camino inteligente de hacer un soft launch?. De mi experiencia os puedo decir que tres son las causas principales o las excusas para no hacerlo.
La primera es una causa emocional. Ya lo decíamos antes, algunos nos encontramos tan embriagados por nuestra idea que no queremos otra cosa que seguir en ese estado de enamoramiento y avanzar con la esperanza y la fé de que todo va a salir bien…
La segunda causa es la necesidad económica. Los modelos de prueba o de test suelen implicar que el margen de beneficio o que el volumen de operaciones no es interesante desde el punto de vista económico y eso hace que otros emprendedores se la jueguen para ir en primera instancia a por el negocio donde esperan obtener unos ingresos determinados desde los primeros momentos y no extender el proceso de poner en marcha su idea.
La tercera es el efecto “prisa”. Hay que montar la empresa rápidamente para ser los primeros en algo o para lograr aprovechar la temporada… para evitar que alguien nos adelante…
Los tres motivos son excusas y es necesario desmontarlas.
La primera, la del enamoramiento es sin duda la más difícil, porque los argumentos racionales no están en el mismo plano de pensamiento que los sentimientos del emprendedor.
La segunda, la de la necesidad económica y la tercera, la de la prisa, es más sencillo, ya que por un lado es sencillo hacer ver a cualquiera que si no le van las cosas como pensaba el problema económico se le multiplicará y en el caso de aprovechar la oportunidad, se puede tratar de aprovechar esa oportunidad igualmente con el proyecto de aproximación, el test de mercado o como le llamemos al soft launch. Lo que mejor me ha funcionado siempre es ayudarle al emprendedor a construir ese primer proyecto de arranque, ese test de mercado, ya que cuando tienen delante la propuesta y pueden pensar en los beneficios que le aporta llevarla a cabo, comienzan a pensar de otra forma en este paso previo a su proyecto soñado.
Y como os decía al principio, hoy por hoy, con los medios de los que disponemos gracias a las conectividad y a la digitalización que nos proporciona internet, sumado a la tolerancia de los consumidores a disponer de modelos inacabados, a tiendas efímeras o a versiones beta, en las que admitimos que no todo tiene por que ser perfecto… es muy difícil encontrar un negocio sobre el que no se pueda llevar a cabo esta primera aproximación al mercado.
Retomando los ejemplos del principio, si está pensando en abrir una academia de música… ¿no puedes antes ofrecer unas clases en algunos colegios o centros educativos?.
Si estás pensando en esa tienda de ropa, ¿no podrías comenzar por un stand en algunas ferias locales o en espacios de promoción temporal u organizar un desfile de arranque de temporada y ver cuanto público convocas y el interés que tienen en comprar las prendas?.
Y si estás pensando en fabricar tus propias motocicletas, ¿no podrías, como decíamos antes, comenzar por delegar la fabricación de esas primeras unidades a costa de sacrificar el beneficio de su venta?.
Yo estoy convencido de que si que podrías hacerlo así y que un soft launch comercial para tu proyecto empresarial es siempre el mejor camino para emprender.
¿Qué piensas?. ¿Vas a diseñar cómo podría ser el test de mercado de tu idea de negocio?.
0 Comentarios
Deja un comentario